9.5.10

¿Verdad o mentira?


Siglo XIX; Argentina, en ese entonces llamada Provincias Unidas del Río de la Plata.
En febrero de 1812 Manuel Belgrano creó la bandera. Luego, José de San Martín cruzó la Cordillera de los Andes y contribuyó, junto a su ejército, a la independencia de Argentina, Chile y Perú. En septiembre de 1888, Domingo Faustino Sarmiento fue el principal estímulo para el crecimiento de la enseñanza pública.
Paralelamente a todos estos hechos relevantes sobre la historia argentina, existían ideales de la patria, que no sólo se encargaban de representar al país, sino también de las costumbres de una época en donde el relegamiento de la mujer, la división familiar y la homosexualidad estaban mal vistos.
Pero los próceres (personas respetables y de alta distinción social, según el diccionario), también llamados héroes de la patria, como Manuel Belgrano, Domingo Faustino Sarmiento y José de San Martín no cumplían al pie de la letra con lo que se creía correcto, o por lo menos eso es lo que se dice.

Manuel Belgrano: ¿homosexual?

Manuel Joaquín del Corazón de Jesús Belgrano, más conocido como Manuel Belgrano, fue el creador de la bandera nacional. Tiempo después de ser considerado por toda la población como uno de los próceres más importantes, muchos empezaron a difundir que era una persona afeminada –con voz extremadamente aguda-, sensible y delicada con respecto a sus movimientos. También era abogado y se destacaba por su belleza física: delgado, rubio, con ojos azules y de piel blanca. Pero nunca se casó. ¿Qué escondía Belgrano?
María Dolores Helguero, una quinceañera de Tucumán, fue uno de sus romances más importantes con quien tuvo a Manuela Mónica, considerada la única hija oficial. Pero duró poco tiempo: el general tuvo que irse con su ejército y los padres de su amada la obligaron a casarse con otro hombre. Las malas lenguas dicen que también tuvo un hijo con María Josefa Ezcurra, hermana de Encarnación Ezcurra (la esposa de Juan Manuel de Rosas). Pero nunca fue reconocido por el creador de la bandera.
Decir que “Belgrano era homosexual” tiene como fin difamarlo y denigrar su imagen. No existe ninguna prueba contundente para afirmarlo. Parece que el sentido de juzgarlo era simplemente que deje de ser visto como un héroe. Pero fue en vano, nadie lo logró.

Domingo Faustino Sarmiento: ¿violador?

Domingo Faustino Sarmiento fue el estimulante de la enseñanza pública, el comercio, la agricultura y los transportes. Su viaje por Europa en 1846, tuvo primera escala en Montevideo, donde escribió una carta a uno de sus mejores amigos, Juan María Gutiérrez. Una parte del texto dice: “Querido amigo, me encuentro varado en Montevideo, esperando que cambie el viento para salir rumbo a Río de Janeiro. Por la mañana de ayer, desayunaba en casa de Mariquita Sánchez de Thompson. Nos encontrábamos solos, sentados en un sofá, hablando mientras ella ponderaba y mentía con la gracia que sabe hacerlo. Pese a sus 60 años me sentí víctima de una erección, ¡vamos, a cualquiera le puede pasar!, y entonces estuve a punto de violarla. Pero, justo en ese instante felizmente alguien irrumpió en la sala y me salvó de tamaño atentado”.
Se dice que Sarmiento era un hombre de bien. Sin embargo, era devoto a frecuentar prostíbulos y cabarets. Luego de su viaje a Madrid, publicó un detalle de los gastos: comida, hoteles, cafés, cigarrillos, obras de teatro, entradas para las carreras de toros y orgías.
La moral que regía en la sociedad del siglo XIX no aceptaba el adulterio, la homosexualidad y la concurrencia a prostíbulos. La persona que infringía estas “normas” no lo hacía público porque más de uno lo iba a tildar como “satanás”. Pero Sarmiento no tenía ningún problema en contar sus andanzas. Aunque muchos pueden verlo como una acción innecesaria o inhumana, él lo confesó y no queda otra opción que considerar su sinceridad como uno de sus principales valores.

José de San Martín: ¿infiel?

José de San Martín fue quien, gracias a sus batallas, consiguió las independencias de Argentina, Chile y Perú. El libertador de América era solitario y no demostraba demasiado sus sentimientos. Pero, cuando llegó a Buenos Aires, se enamoró perdidamente de Remedios de Escalada, una joven de la alta sociedad porteña, y se casó. Poco tiempo después, hubo rumores de que en uno de sus viajes a Tucumán, conoció a Juana Rosa Gramajo, recientemente casada.
El romance fue aceptado y difundido por los dos. Años más tarde, Remedios se encontraba en Mendoza muy mal de salud, pero San Martín estaba cegado por Gramajo y decidió quedarse en Buenos Aires y dejar olvidada a su verdadera esposa en sus últimos días. Un segundo. Que nadie vea a Remedios como la “pobre mujer desdichada”. Durante los primeros viajes del general, ella frecuentaba encuentros con diversos oficiales, quienes más tarde tuvieron que renunciar a sus cargos debido a diversas amenazas.
Ojo por ojo, diente por diente, como dicen. Pero San Martín no fue infiel sólo una vez. Se dijo que tuvo un romance con la ecuatoriana Rosa Campuzano, su mano derecha en Lima, quien se insertó dentro las fuerzas realistas con fines de averiguar datos relevantes. Y sumado a este rumor, se conocen interminables listas de supuestos noviazgos.

Belgrano, Sarmiento y San Martín son reconocidos mundialmente como héroes de la patria. Eminentes, elevados, personas constituidas en alta dignidad, ilustres y famosos por sus hazañas, son las virtudes que todo prócer debe tener. Ellos cumplen con todas esas cualidades. Hay que dejar de lado los defectos.

2 comentarios:

Eddy Romero Meza dijo...

Ciertamente se trata de la condición humana, que no es ajena incluso a estos padres fundadores. Nietzsche alguna vez escribió: “solo el bajo vientre impide al hombre concebirse como un dios”. Ciencia y conciencia, luces y sombras, tú y yo (Tal vez).

Gracias por ser Agustina Clemente.

Anónimo dijo...

Muchos destacan el que Belgrano no se haya casado como evidencia de su posible orientación sexual; lo cierto es que muchos de sus hermanos y familiares tampoco lo hicieron, algunos casados, no tuvieron hijos. La única de su familia que extendió gratamente la prole fue una hermana suya casada dos veces que luego llevo en segundas nupcias el prestigioso apellido Chas.